Estas noches donde quedamos a merced del silencio, es cuando brotan esos dilemas recurrentes acerca de la manera en que utilizamos el tiempo. Y en eso me pongo a pensar. ¿No es el tiempo una cosa creada por la mente humana para ilustrar la condición cíclica y transitiva de la existencia? ¿Cómo es que llego a ser una tan opresora y se volvió poderosamente asfixiante? Es entonces cuando me doy cuenta ante tan subliminal inquietud, Lio que es allí donde yace las fronteras de mi limitaciones físicas y las incapacidad humana de no tener un acceso a esa fuente de todo poder y estar a disposición de tan mortal limitación. Siendo que realmente esto vaivenes recurrentes de inquietudes e interrogante forman parte del deseo único y elevado anhelo de conocer el camino correcto. No hay equivocación, solo mas bien una falta da adhesión de ese anhelo a la conciencia misma para la consecución de la claridad del signo. Una trazo hacia la gran imagen, donde se encuentra esbozo de la realiza