Pudiste ver un destello de alma, una pérdida, redundante y pasmada en patrañas gaseosas que solo dejan eructos de mal sabor en la boca. Porque perdida anda, pero viva. Engranada en viejas tuercas del quehacer, a fuego bajo que mantiene el pecho frio y esbozando líneas perdidas, de agua pasada. Y llegas bañada de ternura a preguntar si algo hay aquí, y solo encuentro leñas viejas con hojas caidas de árbol que se prepara para su otoño, aves que ya no cantan y se esconden en su cueva mientras la noche habita, dormida en musgos mojada… Y la luna? Ya dejando de mirarme aquella solitaria que me sigue en la ventana para convertirse su brillo en tus dos grandes pupilas que penetran el pecho provocando calor, corriente y destello multicolores que prenden y apagan con el vaivén del aire, mezclado en calor y frió formando remolinos con espirales pigmentados, curvas brillantes que dan vuelta tratándose de soltarse de ese camino imparable que van roscando cada hilo de aire, en un baile perdi
Reflexiones sobre diferentes temática como: filosofía, sociedad, cultura y la vida misma.