Andrew
Carnegie fue un empresario oriundo de Escocia que se dedicó
intensamente al desarrollo de la industria del acero en la segunda
mitad del siglo 19 en los Estados Unidos. Cuando sus padres emigran a
los Estados Unidos en 1847, Andrew rápidamente comienza a trabajar
en la industria de tejidos, cobrando un salario $1.20 semanal
poniendo hilo y caldeando canteras. Los historiadores lo describen
como un chico dedicado, disciplinado, perseverante y de aptitud
intelectual. En su juventud, fue telégrafo en un tiempo donde pocas
personas conocían esta destreza. Más adelante, trabajó en la
industria ferroviaria en Pennsylvania, logrando escalar rápidamente
por su inteligencia y visión para el negocio. Es allí, en la
“Pennsylvania Railroad Company”, donde da sus primeros pasos en
el mundo de las inversiones, con ayuda y asesoría del dueño de la
compañía de trenes.
A
los 20 años, con la muerte de su padre, hereda todo lo
correspondiente a su apellido. Cuatro años más tarde, comenzada la
guerra civil, se encontró trabajando para la compañía de George
Pullman, inventor de los vagones con camas para pasajeros. Fue
asignado superintendente de las comunicaciones militares de la costa
este por parte del ejército de la Unión por Thomas Scott, su
antiguo socio en la compañía de trenes, ahora vicesecretario de
Guerra por la Unión. En 1964, se libra de servir en el frente
pagándole al gobierno federal para que otra persona fuera su
suplente. Él argumentaba que ya su servicio a la unión se había
dado con la supervisión de las comunicaciones telegráficas y los
rieles de tren.
La
fortuna de Carnegie fue en aumento rápidamente luego de una serie de
sabias inversiones hechas antes y durante la guerra, que con
perseverancia le rindieron ganancia; además de una gran disciplina y
rigor con el dinero, que siempre acompañaba cada decisión de
negocio. Sabía ver la oportunidad y contextualizadas al tiempo que
se vivía, además de entender bien las bondades que brindaba la
austeridad en el gasto.
Sus
inversiones en la industria del acero, lo llevaron rápidamente a
controlar este mercado en tiempos de gran demanda por los sectores de
la industria y la construcción. Esto, lo llevo a desarrollar
innovaciones en el tratamiento y producción del acero y monopolizar
la industria. Ya para el 1961, lo vemos invirtiendo en la emergente
industria petrolera, recolectando grandes ganancias en solo unos
meses, que sostuvo junto a otros inversiones. En 1967, se movió
sólidamente a fundar su propia compañía de comunicación
telegráfica, “Keystone Telegraph Company”. Muy astutamente, se
asoció con los dueños de las compañías de trenes, acordando
instalar a lo largo de los rieles, los cables telegráficos. Esto le
permitió crear un sólida infraestructura, que convirtió en capital
y se tradujo en que Pennsylvania se convirtiera en uno de los estados
con mayor innovación tecnológica y progreso industrial de la
nación.
Podemos
en gran medida inferir que Andrew Carnegie fue una persona que veía
el progreso de su fortuna y de su industria como una destinada al
largo plazo; pero a su vez lo veía como una inversión a la riqueza
nacional de los Estados Unidos en sus carrera industrializadora. Es
esta cualidad la cual lo convierte en un visionario.
Ideólogo, activista y filántropo
No
obstante, Carneigie fue un activista y un ideólogo del “credo
capitalista”, como único sistema para la satisfacción de las
necesidades de los ciudadanos. Pero más que todo, como el único
sistema que podía brindar los principios ideológicos para el
adelanto de la democracia de la nación estadounidense.
Uno de
los escritos más prominente y más maduro que Carnegie produce,
titulado El Evangelio
de la Riqueza,
expone las virtudes de
brinda el capitalismo para el individuo promedio, así como la
industrialización como proceso que permitió “que
el pobre a tuviera lo que antes el rico nunca hubiese imaginado poder
lograr” (Carnegie,
1889). El pensaba que el gran problema que enfrentaba EEUU para
finales del siglo 19, era la adecuada administración de la riqueza,
así como el “desarrollo harmonioso” de la desigualdad entre
ricos y pobres. Aunque siempre fue sumamente crítico con los
anarquista y socialista porque atentaban contra las ideas que había
logrado cimentar la sociedad.
Ideologicamente, tomaba como
influencia del Darwinismo Social el principio social de que debía
existir una delegación de los conocimientos de “lo mas aptos”,
hacia los aprendices, para así garantizar la sobrevivencia de los
modos de vida, que mas adelantaran el bienestar, aunque esto
significara esencialmente que iban haber un totalmente desventajados
y en condiciones de desigualdad. El lo veía como esencial y
benéfico para la sobrevivencia de la “raza” (Carnegie, 1889). En
su escrito surgen unos cimientos ideológico que es importante
destacar: (a) la libre
competencia como medio
para el desarrollo; (b) la propiedad
privada como principio
sagrado,
(c) y el derecho a la
acumulación de riqueza
(capital) . El veía estos tres cimientos esenciales donde la
sociedad podría alcanzar su mayor progreso y civilización para la
experiencia humana.
No
obstante, estos tres principios tendrían que ir acompañado de un
individualismo comprometido con el bienestar colectivo. Es allí
donde nace la mas notable de sus inclinaciones, la filantropía. El
pensaba que el administración de riqueza debía estar mediada por
rigor y disciplina con el fin de crear los excedentes para fines
caritativos y de bienestar; y que a su vez, el rico tenia el deber de
compartir y dar de sus riqueza para realizar mejoras permanente en
pos del bien colectivo. Por otra parte, veía una exigencias morales
para el hombre que había sido exitosos en la administración de la
riqueza. Por ejemplo, pensaba que el rico que muere rico , muere en
desgracia. Veía deshonroso e inmoral que las riquezas fueran pasadas
de generación en generación por aquellos que había logrado serlo.
Para eso promovió que se donaran las riquezas a la filantropía.
Finalmente,
Andrew Carnegie fue uno de los hombres mas prospero y visionario en
la historia de los EEUU, no obstante su experiencia, es una dotada de
particularidades en el carácter de su persona y con una visión
clara de como debería ser dirigido y administrado el capital en la
nación. Mas que verlo como industrial, debemos también entenderlo
como un influyente filántropo que dio cimento los cimientos para que
hoy llamamos el “Tercer Sector”en los EEUU. Su perfil nos
demuestra un empresario intencionado en todos los renglones de sus
facetas, a su vez como una persona que estaba claro en el rápido
desarrollo y los cambios sociales que ocurría en la postrimerías de
la Guerra Civil.
Referencias
Carnegie,
A. (1889). The Gospel of Wealth. Retrieved April 3, 2014, from
http://web.archive.org/web/20100222001055/http://alpha.furman.edu/~benson/docs/carnegie.htm
Carnegie,
A. (n.d.). Autobiography of Andrew Carnegie. The
Project Gutenberg.
Retrieved April 4, 2014, from
http://www.gutenberg.org/files/17976/17976-h/17976-h.htm
The
Richest Man in the World: Andrew Carnegie. Timeline. (n.d.). American
Experience.
PBS. Retrieved April 4, 2014, from
http://www.pbs.org/wgbh/amex/carnegie/timeline/timeline2.html
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