En estos
días me he dicho a mi mismo que he postergado mis entradas en el blog; si otra
vez en mi corta vida. Pienso que la inquietud responde a una aspiración natural
que existe en mí de esa búsqueda de consistencia. Lo cierto es que no se trata
de vagancia y mucho menos que se ha dejado de leer y de estudiar los temas, sino mas
bien, que nos encontramos en un proceso de realización de nuevas ideas, un
nuevo tiempo de nuevos estudios y de nuevas concepciones.
Entre ellas, un proyecto que me había estado
rondando el cabeza por unos años pero que al fin el tiempo dio las condiciones
para poder realizarlo. El proyecto que les hablo hoy se llama Aldea Global. El mismo consiste de un
programa radial para el análisis de los eventos internacionales.
El
programa fue pensado para realizarse entre compañeros de mi facultad de Ciencia
Política del Recinto Universitario de Mayaguez, en el que se buscar realizar un
ejercicio de análisis y reflexión acerca
de los eventos internacionales y sus significancias un mundo más interconectado
y una humanidad con retos más tangibles que nunca.
En el
primer programa, mi colega Louis Suarez Cedeño y yo, quisimos revisar el caso
Sirio a raíz de los eventos acontecidos
a lo largo de estos últimos meses. Quisimos ver que ha significado el caso
Sirio a la luz del realpolitik y el
dinamismo de las alianzas diplomáticas con este país y las competencias entre
rivales históricos: Rusia y EEUU y su carrera por influenciar sus intereses en la región.
Para eso, quisimos mirar a las respuestas de ambas potencias y enmarcar sus políticas.
De este ejercicio
surgen dos conclusiones que resumiré brevemente. Vemos un EEUU que se giraba
hacia una respuesta intervencionista precipitada en contra del Regimen de Bashar
Al Assad empuñando la bandera de los derechos humanos. Pero al mismo tiempo, a un EEUU maltrecho e insolado en cuanto a sus
relaciones internacionales, ubicando a
la administración Obama tratando de
dar una respuesta diferenciada, dando unos pasos de distancia hacia el precedente dejado por su predecesor y la “doctrina Bush”.
Por otro lado, vemos una victoria geoestratégica para Moscú, en el cual sale logrando un acuerdo por la vía diplomática, en donde se coloco como aliado definitorio de Siria y donde se preservaron sus intereses de seguridad y económicos para la región, al mismo tiempo que pudo contener una intervención de occidente para uno de sus aliados más importante en Medio Oriente.
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